El exjuez de la Corte Suprema, Raúl Zaffaroni, se refirió este miércoles a la nueva agresión a Cristina Kirchner y su hija, Florencia, cuando dos periodistas del canal de noticias La Nación + hicieron un presunto diagnóstico alegando —fuertemente criticado por profesiones de la salud mental, entre otros — que la joven de 32 años sufre una serie de patologías por culpa de su madre, la vicepresidenta.
Por AM750, Zaffaroni aseguró que se trata de un hecho lamentable por parte de “dos irresponsables, ignorantes e impúdicas que se han puesto a hacer diagnósticos”, pero advirtió que lejos del reclamo generalizado por “represión y hasta punición”, estos dichos son un problema que “debe ser controlado por los propios periodistas”. “Toda penalización es un arma que las carga el diablo”, advirtió.
La columna de Raúl Zaffaroni
Desde hace un tiempo, Clarín y su mafia amiga de medios monopólicos nos están tomando crecientemente por idiotas a todos los argentinos. Pues, nos marcan lo que debemos hablar para que no hablemos y pensemos otras cosas más importantes.
Esto es cierto que pasó siempre. Pero ahora llega a límites astronómicos. Nadie crea que con esto estoy tratando de idiotas a todos nuestros compatriotas. Porque también me cuento entre los que se ven obligados a hablar de estupideces. Y sí, lo estoy.
Porque dos irresponsables, ignorantes e impúdicas se han puesto a hacer diagnósticos psiquiátricos y psicológicos por televisión, metiéndose en a vida privada de otra mujer. De una manera realmente asquerosa.
"Todos sabemos que hay muchas maneras de hacerse famoso. Entre ellas, el escándalo"
Y sí, efectivamente. Lo hicieron sabiendo que provocarían un escándalo. Y que necesariamente todos tendríamos que hablar de esa basura televisada. Todos sabemos que hay muchas maneras de hacerse famoso. Entre ellas, el escándalo.
Algunos se hacen famosos matando a otro, por ejemplo. Otras, atribuyendo a otra mujer todas las patologías que deben haber listado antes del índice de algún manual para principiantes.
Un diagnóstico machista
Lo más desopilante es que también saben de etiología. Para eso usan el argumento más históricamente machista. El de la madre abandona. El de la madre ausente.
No sé cuántos años hace, pero nunca faltaron los criminólogos apresurados que escuché cuando apenas empezaba a estudiar, y de eso hace muchísimo, que decían que la delincuencia juvenil se debe a que las madres trabajan y dejan a los hijos en manos serviles.
La delincuencia siguió aumentando y bajando y las madres siguieron trabajando. Claro, la mujer debe quedarse en la casa. Cocinar, limpiar y criar a los niños. Si no, los niños se enferman.
"No me la doy de feminista, pero no puedo contener la indignación ante este argumento"
Además de lo desopilante de esta etiología inventada por estas dos irresponsables que nada tiene que ver con los diagnósticos, un argumento machista usado por dos mujeres contra otra.
Síndromes para todos y todas
Ahora se injuria con supuestos diagnósticos psiquiátricos hechos por televisión. Podría responderlos en el mismo lenguaje, con el mismo método. Total, a las mujeres se les atribuye siempre histeria. Aunque no por eso deje de haber hombres histéricos pese a no tener útero.
"Sería re fácil responderles inventando cualquier síndrome. Porque los síndromes también se inventan"
No nos olvidemos que en tiempos de la esclavitud en los Estados Unidos, un médico inventó un síndrome que supuestamente padecían los esclavos negros. Que era una pretendida enfermedad mental, consistente en ansias de libertad o repugnancia al esclavismo.
Para el doctor, querer liberarse de la esclavitud era una enfermedad mental. Y hasta le había puesto uno de esos nombres difíciles que siempre suenan a ciencia: drapetomanía.
Por ende, podría yo inventarles un síndrome fóbico con algún nombre rimbombante y sería tan fácil como repugnante responder a estas dos irresponsables con la misma bajeza. Pero el gorilismo, amigas y amigos, no es ningún síndrome.
No nos equivoquemos. No es lo pisquiático lo que nos puede explicar el bombardeo de la Plaza de Mayo, los fusilamientos del 56 ni el genocidio de la dictadura. No son inimputables. Es otra cosa.
La libertad de expresión, en riesgo
Al margen de eso, estas irresponsables han agredido muy fuertemente a la libertad de expresión. La aberrante conducta de estas dos mujeres, con argumentos falsos y machistas, lo desopilante de meterse en la vida privada de quien sea, es una grosería de tal calibre que hace que muchos demanden represión y hasta punición.
No, cuidado. Nunca estuve a favor de sanciones penales por expresiones en medios de comunicación. Porque nunca se sabe contra quiénes se emplearán esas leyes en el futuro. Si en el caso concreto serían merecidas, sabemos que a la larga siempre va a dispares contra los más vulnerables.
"Toda penalización es un arma que las carga el diablo"
Sobre todo cuando sabemos que el poder siempre lo tiene el más fuerte. Toda penalización es un arma que las carga el diablo. Esto plantea un problema que debe ser controlado por los propios periodistas.
Sea cual sea su ideología, el conglomerado para el cual trabaje, las directivas de los gerentes, son los mismos periodistas que, ante la exigencia de atrocidades de esta naturaleza, deben ponerle límites.
Hasta la puerta del cementerio, sí. Pero no entramos. Cuidado que estas aberraciones dan pie a que se restituyan normas penales que por fortuna hoy fueron derogadas.